En este segundo episodio de Tinta y Voz, Santi y Raqui regresan a los micrófonos para explorar tres profundos territorios emocionales a través de la tinta y la voz. Prepárate para un viaje de reflexión sobre temas que nos tocan el alma.
Comenzamos con una pieza titulada "La vejez es un país sin nombre", una poderosa reflexión sobre la despersonalización y el olvido que a menudo sufren nuestros mayores. Exploramos la difícil frontera de la edad, la importancia de escuchar las historias de quienes nos criaron (desde la genealogía hasta las aventuras de la vida como extraperlistas o mineros), y el valor de la memoria familiar.
A continuación, la ciudad se desnuda bajo el neón en "Bajo las luces de Neón". Nos adentramos en esa hora de la noche donde se cae el fingimiento y la vida se vuelve más auténtica, revelando la fauna nocturna, las discusiones sinceras y la dualidad entre la desconexión y la conexión con lo ajeno. La noche es presentada como un espacio más real, sin las prisas ni las máscaras del día.
Finalmente, el programa aborda la complejidad de las relaciones en el "Territorio del Casi". ¿Qué sucede cuando una historia de amor termina, pero el vínculo afectivo sigue intacto? Discutimos sobre el amor puro, despojado de títulos y expectativas, y la difícil elección de mantener la nobleza del afecto mutuo por encima del deseo de poseer.
Como broche de oro, nos enfrentamos a un dilema moral que pondrá a prueba los límites del amor paternal: ¿Qué harías si descubrieras que el hijo que has criado no es biológicamente tuyo? Un debate que confronta el arraigo, la sangre y el amor incondicional.
Acompáñanos en esta sesión cargada de sentimientos, críticas constructivas y una banda sonora que nos lleva desde Mercedes Sosa hasta Kavinsky e India Martínez.