Tiempos revueltos, la sociedad del bienestar frente a la sociedad del hasta aquí llegué. Las cosas aisladas tienen un significado limitado, hay que situarlas en un contexto. La frase que dice no mires atrás ni para coger impulso, tomada de la filosofía oriental (Lao Tzu) la ponemos en cuestión hoy en EnWorking para integrarla en el contexto social actual.
Dicen que el ser humano aguanta lo que le echen, que nuestra capacidad de adaptación y resiliencia no tienen límites. No tenemos que ir muy lejos para localizar el punto desde el que queremos anclar el impulso, nos vamos a “esenciales”, nos acercamos a aquellas personas que nos han hecho la vida más fácil en los momentos complicados y contextos que a priori se escapaban de nuestro control: una pandemia, marzo de 2020, un tiempo de resistir un poco más sin perder algunas de nuestras aliadas y mejores fortalezas humanas: mente abierta, valentía, integridad, persistencia, civismo, bondad, prudencia, perdón, compasión, autocontrol… seguro que me olvido de alguna fortaleza. Pero también estoy segura de que estas fortalezas fueron el impulso de los trabajadores de base que con su trabajo nos ayudaron a gestionar la salud, a comer, a asearnos, a teletrabajar, a que las cosas esenciales las entendiéramos como importantísimas.
Resistiré, fue nuestro mantra, resistiré hasta que perciba que no se trata de resistir, se trata de solucionar lo esencial. Pero ahora la base de los problemas no resueltos es la Guerra de Ucrania y la culpa es de otro. Una vez que tengo lo esencial si te he visto no me acuerdo y entonces es cuando necesito parar, evaluar las trayectorias, coger impulso y redefinir el problema para encontrar soluciones.
Hablemos de esenciales: el transporte. El transporte para. ¡Anda! Y nos hemos dado cuenta de todo lo que se mueve detrás de esta “minoría” esencial porque en el Siglo XXI todavía no hemos inventado el hecho de teletransportar la leche que nos dan las vacas, los tomates que ponemos en la ensalada y en los guisos, el aceite, el papel higiénico, el jabón que usamos para asearnos, los medicamentos… no sigo porque si solo hablo yo, no escuchamos lo que tienen que decir “los esenciales”.
Esta minoría que se enmarca dentro de la Plataforma Defensa Sector de Transporte decide centrarse en lo esencial, en la base porque el manual de marketing refleja ideales que no se conjugan con los niveles prácticos. Emergen los ultras por la comida de sus hijos e hijas, los empoderados y empoderadas por el hasta aquí llegamos, en definitiva… los ultra esenciales.
Este programa de hoy está dedicado a los ultra esenciales, a los socialmente vulnerables del futuro próximo e inmediato, a los que están a punto de arruinarse porque trabajar ya no compensa, a esas personas que trabajamos a cambio de una retribución que nos permita comprar comida, ropa, un techo donde dormir, medicamentos, formación, un billete de autobús… sin olvidar que de vez en cuando nos tomábamos nuestra cerveza favorita (nuestro único lujo), que hoy… las empresas ya no pueden ni fabricar ni distribuir porque el transporte es esencial.
Liderazgo es una palabra preciosa. Nuestro líderes políticos son maestros de la palabra, potentes comunicadores que alimentan nuestro espíritu pero se olvidan de que lo que necesitamos de manera esencial es trabajar y que algunas personas trabajan y lo primero que se necesita para trabajar son recursos materiales porque la motivación la traemos de casa.
La duda hoy es comprobar si el marketing político es directamente proporcional a los votos y a los likes de las redes sociales. Es el tiempo el que siempre pone y quita razones… ¿qué está pasando?